
de esta fiesta. Además se encuentra en el comienzo del Año Litúrgico católico. Este año 2014, comenzará el domingo 30 de noviembre y el último domingo de Adviento será el 21 de diciembre.
San José, Obrero
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El 1º de
mayo la Iglesia recuerda, en el día de los trabajadores, a san José,
obrero. Patrono de nuestro Colegio
Pablo VI se ha
expresado al respecto: "Vosotros, los hijos del trabajo, que durante
siglos habéis sido los esclavos de la labor, buscad a aquel que declara que
la vida es sagrada, que el obrero es libre de las cadenas que la primacía del
materialismo y del egoísmo económico ha soldado no sólo en torno de los puños
de los trabajadores, sino en torno de su corazón y de su espíritu... Buscad
un principio, una razón que haga a los hombres iguales, solidarios entre sí,
y que les devuelva la fraternidad. Y ello no en el odio contra otros
hombres... Ya que todos viven en una comunidad natural, que traten de formar
una sociedad humana y que sientan la grandeza de ser un pueblo".
El mundo humano
es el mundo del trabajo, hecho por la inteligencia, a través de las manos que
en medio de la naturaleza señalaron el camino del progreso y la cultura. Dios
concedió manos a otras especies, pero sólo a la mano del hombre le dio el
carácter de herramienta. Toda la técnica sobre la cual se asienta la
civilización es prolongación de esa mano que Dios otorgó al hombre.
Celebramos al
padre nutricio de Jesús, justo y humilde carpintero de Nazaret, que pasa la
vida no sólo en la meditación y la oración, sino también en las fatigas de su
artesanía. José es el símbolo de la prudencia, del silencio, de la
generosidad, de la dignidad y de la aplicación en el trabajo; también lo es
de los derechos y de los deberes respecto del trabajo.
San José fue un
auténtico obrero en el pleno sentido de la palabra, y el único hombre que
compartió con el Hijo de Dios la tarea de todos los días.
Recordamos hoy
a todos los trabajadores de nuestra patria y del mundo, pidiendo al cielo
para que sean instrumento de paz, de evangelización, de serena inteligencia,
de valor y de confianza en sí mismos, de esperanzas de bien y de fervientes
voluntad, dignos y sin retaceos en la hermandad de los hombres. Hoy la
Iglesia recuerda, en el día de los trabajadores, a san José, obrero.
Juan Pablo II
enseña que los hombres descubren pronto la cruz en su trabajo; precisamente
por ello el esfuerzo humano es redentor, pues Cristo lo ha unido a su pasión:
también él fue obrero y predicó su evangelio del trabajo conociendo
íntimamente esta realidad que tiene por protagonistas a todos los hombres y
mujeres del mundo.
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Marcelino y el ayuno de Cuaresma | |||||||||||||||||
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